POSTALES SERRANAS: LO MUCHO BUENO… Y “LA NADA”

Hace tiempo que nos ronda la idea de reactualizar la vigencia de un periódico que hizo historia en el partido de Tornquist.

Podemos decir así, porque sólo lo editamos en un porcentaje casi imperceptible de su trayectoria, desde aquellos tiempos, muy lejanos, en los que don Aquiles Evangelista tuvo la buena idea de darle una hoja periodística su pueblo.

De todas formas, anduvimos 15 años en una tarea que no fue fácil, porque eran otras las circunstancias, entre 1969 y 1983, cuando el periodismo de los distritos más bien rurales era otra cosa. Muy distinta a la actualidad, donde la maravilla de Internet, con más la amplitud de radios y de sistemas de cable permite volcar a las comunidades hacia otra visión del mismo tema de otrora.

Hoy en día, no se concibe un pueblo sin cable, radio, algún sitio online y aunque más no fuere, una revista (de clasificados con algo de lectura).

Lo cierto es que –aún sin respuesta no como para entusiasmar- seguimos en el proyecto.

Por eso mismo, y camino de marzo (la fecha fundacional de aquello que alguna vez fue el DIARIO TORNQUIST se remonta al 1 de marzo de 1921) fuimos, aunque por otras razones, al Abra de la Ventana.

Anduvimos por allí, por aquellos mismos sitios que recorriéramos una y mil veces, en el ejercicio de una profesión abrazada con verdadera pasión hace ya la friolera de 55 años.

Recordamos, al pasar por esos lugares, que una vez asistimos a la primera “voladura” hecha por la empresa Marengo (algo así como cinco décadas atrás) para –cortando las sierras- dar lugar a lo que hoy es la ruta 76. Historia vieja, sí, pero la vivimos y la escribimos.

Ya de vuelta, incluso, pasamos frente al espejo de agua que es el Dique Paso de las Piedras. También estuvimos, como en muchos otros hechos casi “fundacionales”, cuando unas cuatro décadas atrás se pusieron en funcionamientos las ¿turbinas?, bien es cierto que hubo entonces un acto fallido de ese embalse que ya, a poco, empezó a ser más un desvelo que una solución. Por alguna razón de “integración regional”, ese dique estaba asociado a Tornquist.

Entre medio de una cosa y otra, transcurrimos un momento en El Mirador, un lugar emblemático, que no es sólo gastronómico. Hay allí muchas cosas para disfrutar. Empezando por la exquisita comida, por supuesto.

Pasamos un momento en el entorno, dicen que paradisíaco, de Villa Ventana. Lo es… y ¡cómo ha crecido!.

Pero, bellezas panorámicas al margen, que las hay desde toda la vida, también pudimos “apreciar” cuánta cosa que no se dice (porque las notas, auspicios mediante, suelen ser “rosas”) hay dando vueltas. O estáticas, porque no se mueven.

Por caso, la mismísima ruta 76 o, lo que es igual, una sucesión de baches, no señalizados, como tampoco lo está el camino en su integridad.

Pero eso no sería nada comparado con el “desastre” vial que es el tramo de 9 kilómetros (sigue siendo la misma cantidad que conocimos de antaño) que intenta “unir” Sierra de la Ventana con Saldungaray.

¿Si habría algo más para decir?. A favor, seguramente, infinidad, porque basta detenerse en el paisaje para sentirse bien, aunque el rigor estival se haga sentir. Y en contra, porque siempre hay que conceder el beneficio de la duda, que desde hace unos 7 largos meses ya, intentamos vanamente conseguir que alguien atienda el aparato móvil que, siempre nos dijeron, debería responder, en persona o a través de alguien de su entorno de máxima confianza, el intendente Gustavo Trankels.

A invitación nuestra, el jefe comunal estuvo, una tarde, en el programa de radio que producíamos en el 2011. Esa vez, como ya entonces delineábamos acciones futuras que se rozaban plenamente con Tornquist y toda la Comarca Turística Serrana, un pequeño calendario que abarcaría visitas y reportajes para ir “poniéndonos en tema”.

Nunca más supimos nada. Este domingo (5), por las dudas, lo llamamos. E hicimos algún sms (¿mensajito de texto?) a su celular. ¡Nada!... y decir ¡nada!, es ¡nada!. Una verdadera pena…

Luis Maria Serralunga