PASO PIEDRAS: ENTRE LA BELLEZA Y EL ABANDONO...
¿Es
tan imposible hacer algo?.
De
vez en cuando –habida cuenta del desinterés que municipalmente ha despertado el
deseo de reinstalar DIARIO TORNQUIST, a poco de llegar a su centenario– se nos
ocurre incursionar en temas que tienen que ver con el distrito serrano.
De
allí las imágenes que ilustran sobre uno de los tantos casos de abandono que
distinguen a distintos lugares de este país, dotado por la naturaleza con todos
los atractivos y un poco más.
Las
fotos se refieren a la hostería de Paso de las Piedras y su entorno.
Cuando
en 1972 se inauguraron las obras del dique, se hizo hostería, con la sana
intención de convertir a ese sector en una propuesta que moviera al interés de
la región.
El
marco, espléndido, lo merecía. Aún hoy, sólo apreciar a la distancia la
inmensidad del lago y de que lo rodea, sugiere pensar en qué maravilla sería
contar con esa hostería (se mantiene su estructura) y los servicios que
podrían brindarse a los paseantes.
Sin
embargo, nadie hace absolutamente nada. El año anterior, se habló de la
conveniencia de “intentar” el aprovechamiento del lugar e, incluso, ir un poco
más allá, con algún emprendimiento de turismo rural, que le otorgue razón de
ser a aquello que alguna vez se hizo y que prontamente cayó en el olvido.
Hay
municipios, no sólo el de Tornquist, con jurisdicción sobre Paso Piedras.
Claro, está por encima de ellos, la Autoridad del Agua, o cosa por el estilo,
acostumbrada a dictar prohibiciones más que a otra cosa.
Será
posible que, por una vez, la burocracia quede a un lado (o de un paso al
costado) para que la hostería vuelva a ser. Difícil, es cierto, pero
seguramente no imposible.
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